Las mujeres son uno de los colectivos que más sufren en el terreno laboral, tanto a la hora de encontrar empleo como de mantenerlo, e incluso cuando se trata de escalar posiciones, ocupar un puesto de responsabilidad o poner en marcha una empresa propia.
¿Por qué?
A las mujeres les sigue pesando la maternidad, lo que les resta puntos para acceder a un empleo. La falta de conciencia que aquí se respira dificulta que puedan compaginar vida familiar y trabajo.
Algunas profesiones son consideradas tradicionalmente femeninas por precisar para su desarrollo de unas cualidades que tradicionalmente se han asociado a las mujeres, pero...
Cuando una mujer quiere traspasar la barrera y trabajar en una profesión considerada como “masculina”, a menudo se suele encontrar con limitaciones profesionales y culturales. Ciertos países demuestran obvias preferencias por el sexo opuesto.
No a la discriminación sexista, salarial y un mayor apoyo a la conciliación de la mujer en el trabajo. ¿Son acaso las medidas que se necesitan?
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